La infancia es una etapa clave para el crecimiento, el desarrollo físico y cognitivo, y la adquisición de hábitos que acompañarán a los niños durante toda su vida. Una alimentación equilibrada, variada y adaptada a sus necesidades es fundamental para asegurar su bienestar, prevenir enfermedades y favorecer un óptimo rendimiento escolar y físico. 

Cada niño es único y las preocupaciones de los padres y madres pueden ser muy diversas: desde si el niño come suficiente hasta cómo introducir nuevos alimentos o evitar el exceso de azúcar y sal en la dieta. 

Por eso, si buscas cuidar la alimentación de toda la familia, es esencial: 

• Un asesoramiento personalizado a la edad, preferencias y necesidades de cada niño y familia.
• Una educación nutricional para tomar decisiones informadas y fomentar hábitos saludables en casa y fuera de ella.
• Una correcta alimentación para prevenir posibles enfermedades relacionadas con la nutrición como la obesidad, la desnutrición o carencias nutricionales.
• Apoyo emocional para que las comidas sean momentos de disfrute y libre de presiones, promoviendo una buena relación con la comida.

En definitiva, conseguirás sentar las bases de una alimentación saludable, variada y suficiente para todos los miembros de la familia.